Estos bombones salados son la primera entrega de otros con diferentes rellenos que os iré mostrando, ya veréis que es solamente cuestión de imaginación, poner un relleno u otro partiendo de una cobertura que se manipula fácilmente como puede ser el jamón serrrano o el salmón ahumado. Empiezo por éstos que tienen una mínima parte de elaboración en el fuego, pero es poco el tratamiento para el resultado que se obtiene.
Para elaborar este entrante rico, potente, con mucha presencia y que gusta muchísimo, necesitas un molde de silicona con cavidades semiesféricas, aunque también te puede servir una bandeja para cubitos de hielo.
Ingredientes y elaboración
(para 24 bombones)
12 lonchas de jamón serrano finísimas
100 g de queso cheddar añejo
120 ml de nata para cocinar (18% MG)
35 g de jamón picado
25 ml de PX
20 g de tomate confitado
1 c/p de perejil picado
1/2 c/p de agar agar
Pimienta negra molida
Prepara todos los ingredientes porque se necesitan prácticamente a la vez y se cocinan en un periquete, así que pica el jamón, los tomates confitados y el perejil muy finos. Coloca una sartén a fuego medio-bajo, vierte la nata e incorpora el queso troceado removiendo hasta que se funda. Baja el calor al mínimo, pon el tomate confitado y cocínalo un par de minutos junto con el PX. Añade el jamón, rehoga un momento y termina de integrar el resto. Cocina un par de minutos hasta que empiece a espesar y apártalo del fuego.
Mientras el relleno pierde calor ve forrando el molde. Corta por la mitad las lonchas de jamón y coloca cada una de ellas en una cavidad, manteniendo la forma cóncava y dejándolas sobresalir 1,5 cm, aproximadamente. Lo mejor es que te fijes en la foto, ya sabes cuánto vale una imagen.
Rellena cada oquedad con la masita de queso que tenemos reservada y nivela la superficie.
Tapa el relleno con el borde de la loncha de jamón que sobresale, pliega y solápalo. No te preocupes si no queda muy liso o asoma algo de relleno porque ésta será la base cuando los desmoldes.
Si los vas a servir en un plazo de dos días déjalos en el frigo con algo de peso encima; si no congélalos. De cualquier forma sácalos con el tiempo suficiente para que estén a temperatura ambiente cuando se vayan a comer y, si al desmoldarlos pierden algo de la forma redondeada que deben tener, recomponlos haciéndolos rodar entre las palmas de las manos.
Abreviaturas
c/p Cucharada de postre
g Gramo
cm Centrímetro
MG Materia Grasa
ml Mililitro
PX Pedro Ximénez
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