domingo, 26 de agosto de 2012

Tocino de cielo

A unos se les pusieron los ojos como platos, otros se sacudieron la cabeza como si tuvieran que despabilarse, alguno que otro se quedó con la boca abierta, ... eso ocurrió cuando supìeron que era un tocino de cielo. Las cantidades de los ingredientes de este tocino de cielo os pueden resultar exageradas pero es que realmente lo son. Lo hice de postre el día que comimos en casa todos los compañeros del trabajo y quería que fuera grande porque somos diez, así que usé el molde de flan y para servirlo corté porciones. También hice una tarta de arroz con leche y membrillo y, para los menos golosos, un bizcocho de naranja y canela que os  pondré en posteriores entradas.

Ingredientes y elaboración
50 g. de azúcar con unas gotas de limón o caramelo líquido
5 huevos enteros
20 yemas de huevo
1 k. de azúcar
650 ml. de agua
la piel de 1 limón 
2 semillas de cardamomo
3 palos de canela

Precalentamos el horno a 180 grados, calor arriba y abajo. Preparamos una bandeja de horno donde quepa el molde donde haremos el tocino de cielo y pondremos a hervir agua suficiente como para que alcance 2/3 de la altura del molde. 
En un cacito pon los 50 gr. de azúcar y las gotas de limón y cuece hasta que conseguir un caramelo dorado, aparta del fuego en cuanto lo veas "rubio" y deja que se dore con  el calor que mantiene. Bañar bien todo el fondo y las paredes del molde y deja enfriar, incluso en el frigo.
Prepara un almíbar con el agua, la piel del limón cortada superfina, que no lleve nada de blanco, el cardamomo, la canela en rama y el azúcar. Cuece a fuego medio unos diez minutos, hasta que se forme un almíbar a punto de hebra fina, esto quiere decir que comienza a coger color y si dejamos caer un hilillo con una cuchara caería una hebra fina que se que se entrecorta de cuando en cuando. Lo reservamos para que se vaya enfriando.
En un cuenco grande ponemos las yemas de los 20 huevos (ya os pondré qué hacer con las claras) y los 5 huevos enteros y batimos muy bien. Cuando  el almíbar haya templado lo vamos añadiendo dejándolo caer con un chorrito fino a través de un colador, sobre el batido de huevos. Dejamos reposar un ratito para que se disuelva la espuma y antes de verterlo al molde lo removemos para volver a mezclar pero despacio, que no se produzca espuma. Volcamos al molde dejando caer el líquido sobre un cuchara puesta del revés, de esa manera no se mezclará con el caramelo del fondo. Tapamos bien con papel de aluminio y lo colocamos encima de la bandeja que tenemos preparada. Añadimos agua para cubrir hasta las 2/3 partes de la altura del molde y lo cocemos en el centro del horno al baño maría durante dos horas más o menos. mantener a 180º sólo los primeros 10 minutos y luego bajar a 130º hasta el final. Pasado el tiempo pincha con una aguja y, si sale limpia, está cuajado, si no déjalo a intervalos de diez en diez minutos, probando con la aguja cada vez, hasta que cuaje; ya sabes, de un horno a otro siempre hay diferencias en la temperatura.
Dejamos enfriar en el frigorífico, mejor de un día para otro y para servirlo puedes acompañarlo de nata montada pero ya se basta se sobra el solito para convertirse en el rey del postre.

Consideraciones
Tengo un motivo para hornear el tocino de cielo a una temperatura tan baja, 130º, es porque si llega a hervir le quedarían muchas burbujas, parte del caramelo se mezclará y no resultará tan suave y aterciopelado al paladar. A veces, incluso, le pongo menos temperatura aún, claro que hay que dejarlo más tiempo.
Ni que decir tiene que disminuir proporcionalmente las cantidades de ingredientes y tiempo, así como usar moldes individuales que sean bajitos o llenándolos a la mitad, hará que obtengáis unos perfectos "tocinillos".

Compromisos adquiridos
Sobre qué hacer con las claras sobrantes os pondré un par de recetas para gastarlas. Por ejemplo, en un bizcocho de claras se emplean unos 300 g. de claras, 8 ó 10, depende de lo que pesen, y en preparar una mousse (de chocolate, fresas, etc...) se pueden gastar unas 4 cada vez, aunque también puedes ir añadiéndolas a los huevos batidos cuando hagas tortillas. Así que si prefieres esperar las recetas de los postres congélalas en porciones y las vas sacando conforme hagan falta.

Al bizcocho y la tarta que he mencionado anteriormente los están peinando, en breve los tendréis con vosotros. De momento ahí va un adelanto.

Bizcocho  de naranja y canela          Tarta de arroz con leche y membrillo














viernes, 17 de agosto de 2012

Salmorejo






Mi salmorejo es un salmorejo a "mi estilo". Este estilo viene determinado porque le añado pimiento, pepino y cebolla a la receta tradicional, que, dicho sea de paso, se pretende llegue a tener denominación de origen (hecha a base de miga de pan, tomate, aceite de oliva, ajo, vinagre y sal) . La última vez que lo hice formó parte de los platos que ofreció mi hija en la cena que hizo para su cumpleaños y, al día siguiente Esther, su Antonia de Jerez, ya me estaba escribiendo al blog para pedirme que pusiera la receta, así que va por tí. Bueno, también quiero dedicársela a Álex, para que se la encuentre cuando vuelva de Kenia y, como es  imposible que Álex entienda una receta si la totalidad de sus ingredientes no se expresan en gramos pues, he tenido la paciencia de pesar todos y cada uno de ellos. Así que, por eso, esta receta no contiene términos relativos a las cantidades del tipo un chorrito, un trocito, mediano, grandecito o pizca. No, aquí todo pesa los gramos que pesa, a tu gusto Álex. 
De todas formas, siempre me gusta advertiros que las cantidades de los aliños son orientativas, probad el resultado y rectificad lo que sea necesario, de esa forma estará a vuestro gusto y convertiréis la receta en propia.
Como curiosidad os diré que el día 24 de Abril pasado se celebró en Córdoba el día del salmorejo y fue degustado por más de 15.000 personas.



Ingredientes y elaboración (en thermomix)

1 k. de tomates maduros
300 ml. de aceite (yo uso Carbonell, 0.4º. En su defecto emplear uno de sabor suave)
200 g. de pan del día anterior (telera, o uno de los llamados "de pueblo", que tenga mucha miga)
50 g. de cebolla
50 g. de pepino
50 g. de pimiento verde
1 c/s de vinagre de vino (10 g.)
2 dientes de ajo (10 g.)
1 c/s rasa de sal (10 g.)

Guarnición
100 g. de jamón serrano picado (virutas o tacos)
4 huevos duros
Aceite de oliva

Trocear los tomates y triturar progresivamente 15 ó 20 segundos hasta velocidad 8. Trocea el pan. A partir de ahora no hay tiempo, se trata de triturar todo muy requetebién. Pon la máquina en vel. 5 y ve añadiendo por el bocal la mitad del pan troceado para que se vaya triturando.  Pon ahora el resto de ingredientes y sigue añadiendo el resto del pan. Cuando esté todo triturado, unos 15 seg.,  sube la velocidad  a tope y mantenla durante 5 minutos. Prueba para ver si tienes que rectificar algún condimento, si es así añádelo y bate un momento para integrarlo. Pasa el salmorejo a un tupper y mete en el frigorífico, debe reposar al menos 3 horas para que se ligue bien y, además, "engordará" un poquito.
A la hora de servirlo preséntalo en cuencos o cazuelas de barro, reparte el huevo duro picadito y el jamón en tacos en el centro y dibuja un finísimo círculo de aceite de oliva alrededor.

Consideraciones
Si prefieres hacer el salmorejo tradicional sólo tienes que omitir el pimiento, la cebolla y el pepino, el resto de la receta no variará.
Si vas a usar una batidora y no la thermomix, no hay problema. Será mejor que tritures el tomate y que prepares un cuenco amplio con el pan troceado. Vierte el tomate triturado en el cuenco, revuelve con una cuchara y deja un rato (media hora estará bien) para que se ablande el pan lo suficiente. Ve añadiendo el resto de los ingredientes conforme vas triturando y, ya sabes, velocidad máxima y un buen rato, como 10 minutos, para que te quede muy, muy fino y suave.