Es la segunda vez que mi marido hace una incursión en la cocina de una manera más o menos honrosa y no como habitualmente, que pasa de puntillas por este espacio de la casa, así que no perderé la ocasión de enseñaros hasta dónde puede llegar en términos culinarios. Tras el Pollo tropical, que no quedó nada mal para ser sus inicios, ahora se ha arriesgado con un Pastel de pavo. Bien! Pollo. Pavo. En la variedad está el gusto! Pero bueno, no seré yo quien lo critique ahora que lo veo emprendedor, con iniciativa.
Este plato está basado en la Terrina de pavo que hizo el otro día Enrique Sánchez, el cocinero del programa Cómetelo, sólo que con alguna que otra variación.
Ingredientes y elaboración
He usado un molde de 25 cm. largo x 12 cm. ancho x 8 cm. alto
8 huevos M
1 k. de filetes de pechuga de pavo
100 g. de queso en lonchas (García Vaquero, semicurado)
15 tomates secos
4 c/s de pan rallado
1 c/p de perejil
1 c/c de orégano
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
Precalienta en horno a 170º, calor arriba y abajo. Pon a hervir un cazo con agua y cuece 3 huevos hasta que estén duros. Sácalos, sumérgelos en agua fría. Pélalos y reserva.
Pon los tomates secos en un cuenco y cubre de agua templada para que se hidraten. Reserva.
Bate los otros 5 huevos en un cuenco. Agrega el perejil picado, el orégano, el pan rallado y la mitad de la pechuga de pavo troceada menudita. Pon sal y pimienta y deja macerar. Corta en tiras el resto de los filetes.
Forrar un molde con papel de horno. Monta el pastel haciendo capas. Calcula una tercera parte de la mezcla de huevos y carne y pon una primera capa en la base del molde. Extiende encima la mitad de las tiras de pechuga de pavo hasta cubrir el espacio. Escurre y seca los tomates ya hidratados. Reparte encima de las tiras de pechuga la mitad de los tomates, la mitad de las lonchas de queso y coloca los 3 huevos duros equidistantes entre sí a lo largo del molde. Continúa, de nuevo, con otra tercera parte de la mezcla de huevos y pechuga y el resto de mitades de tiras de pechuga, tomates y queso. Termina con un poco de mezcla de huevo y pechuga, dale unos golpecitos para que todas las capas que has ido poniendo se asienten bien y riega con un hilito de aceite.
Pon el pastel en el horno y cuécelo durante 1 hora. De todas formas comprueba que esté cuajado pinchando una aguja, si sale limpia lo está, si no deja unos minutos más. Saca del horno y déjalo enfriar completamente. Es mejor que lo pases al frigorífico porque en frío sale el corte más limpio.
Para acompañarlo nosotros hicimos una mayonesa porque la mermelada de mandarina y mango que proponía Enrique Sánchez en su receta no nos resultaba demasiado sugerente y, como él dice que la cocina es libre, pues eso, libremente optamos por la mayonesa.
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