Menudo ejemplar de col nos ha llegado hoy del huerto, 2,498 k ha pesado la criaturita: compacta, crujiente, maciza, ni una hoja más hubiera podido caber en ese entramado tan milimétricamente construido. Las coles y toda clase de repollos son excelentes para cocinarlos lentamente en su propio jugo con lo que sustancia, fuerza, color y vigor se mantienen perfectos, pudiendo hacerse a fuego lento a en la olla a presión, lo que reducirá en un tercio el tiempo necesario.
Algunos datos sobre esta hortaliza son su bajo aporte calórico, alto contenido en agua (90%), considerable en fibra (2%) y en proteínas (1,5%) y, sin embargo, su baja contribución en hidratos de carbono, con lo que, de no ser que no la toleres, no tienes excusa para que esta hortaliza no forme parte de tu alimentación.
Ingredientes y elaboración
(para 6 personas)
1, 250 k de col
4 puerros
700 ml de caldo de ave o de carne
Sal
1 rama de perejil
Nuez moscada
Pimienta blanca molida
AOVE
Pon a calentar a calor medio-bajo 100 ml de aceite en una cacerola o, como yo he hecho, directamente en la olla a presión. Lava el puerro y reserva las hojas verdes, pícalo menudito y póchalo hasta que esté tierno y haya tomado algo de color.
Mientras arregla la col separando las hojas exteriores, que son más duras (puedes usarlas así), el tronco y las nervaduras de las hojas interiores que puedan resultan más fibrosas. Trocéala, lávala y centrifúgala.
Cuando el puerro esté en su punto añade la col, el perejil, pon una poca de sal y rehoga bien durante 5 minutos, deja la olla tapada entre un removido y otro para que el vapor vaya empezando a ablandar las hojas.
Calienta el caldo e incorpóralo, remueve, tapa la olla programando el mínimo de presión y también del fuego cuando empiece la salida de vapor. Cocina durante 10 minutos -si es en la cacerola, media hora, siempre tapada mientras no lo estés removiendo-.
Durante este tiempo trocea groseramente lo verde del puerro y ponlo a cocer despacito en 300 ml de agua, lo emplearemos para dejar la crema en la densidad deseada.
Terminado el tiempo aparta la olla del fuego, deja que el vapor salga por completo o acelera el paso poniéndola bajo el chorro de agua fría hasta que haya perdido la presión, mucho cuidado con ésto. Ábrela, comprueba que la col está tierna (por si tuvieras que cocerla un poco más), retira la rama de perejil y ponle el toque de la pimienta y la nuez moscada molidas. Mete el brazo de la batidora y tritura bien añadiendo líquido de las hojas de puerro cocidas si lo ves necesario para la consistencia que quieres conseguir.
Para obtener una crema más refinada pásala por un colador de malla fina con la ayuda de la parte cóncava de un cazo. Rectifica, si es necesario, el punto de los condimentos y para que quede mona adórnala un poco. Pan frito en costroncillos o cortados con un molde, tiritas de puerro fritas y bien doradas, virutas de jamón (ojo con la sal), huevo duro picadito, ... A ver, pito, pito, ...
Éste es un primer plato estupendo pero también puedes usar la col como guarnición de carnes o pescados.
Te comento
Si congelas esta crema mi consejo es que la vuelvas a batir cuando la calientes tras descongelarla para que recupere la textura inicial.
Abreviaturas
k Kilo
ml Mililitro
AOVE Aceite de oliva virgen extra
No hay comentarios:
Publicar un comentario