Esta combinación de una verdura, muchas veces berenjenas con algún pescado es un clásico de mi cocina, ya apareció por aquí una vez en el bloc de berenjena y no será la última. Hacen una pareja perfecta. En esta ocasión he optado por unos enrollados canelones pero el plato quedará igualmente atractivo si haces una lasaña o un pastel salado de capas.
Bueno, lo cierto es que con la berenjena puedes atreverte con mil preparaciones y la mayoría de ellas las puedes tener listas en el congelador esperando el pistoletazo de salida. Hoy ya tenía las berenjenas horneadas y el pisto envasado, sólo he tenido que decidir qué más le ponía al relleno. Y para salsear una salsa de setas shiitake, una de las más perfumadas, aunque puedes cambiarla por champiñones, setas de cardo, rebozuelos, ... No diréis que no os lo pongo fácil.
Ingredientes y elaboración
(para 6 personas)
4 berenjenas grandes
1 cebolla mediana
5 dientes de ajo
1 zanahoria pequeña
1 pimiento rojo mediano
2 pimientos verdes italianos
3 tomates maduros grandes
200 g de atún en aceite (peso escurrido)
1 rulo de queso de cabra
Sal
Pimienta negra molida
Orégano
Tomillo
AOVE
Para la salsa de shiitake
150 g de setas shiitake
300 ml de nata para cocinar (18% MG) o leche evaporada
Sal
Pimienta negra molida
1 ramita de perejil
AOVE
50 ml de leche entera
Prepara las berenjenas peladas y cortadas a lo largo en lonchas de unos 5 mm. Se pueden hacer en el fuego, a la plancha, en microondas con grill o en el horno. Ponles sal, pimienta, orégano, un chorrito de aceite por encima y cocínalas hasta que estén tiernas, con algo de color pero no asadas completamente. Cuidado con el aceite, que las berenjenas absorben una barbaridad.
En tanto se hacen las berenjenas trocea menudas el resto de las verduras y haz una fritada. Pon una sartén con el aceite justo para cubrir el fondo y ve pochando la cebolla, los ajos, la zanahoria, las dos clases de pimientos y, por último los tomates rallados. Sazona, condimenta y deja que reduzcan los líquidos hasta que tenga el aspecto de un pisto. Reserva.
Limpia las setas, mejor que enjuagarlas es quitarles algún resto de tierra que puedan tener con un paño o con papel de cocina. Deja las más pequeñas enteras y trocea las demás. Saltéalas todas a fuego fuerte un par de minutos en una sartén con un chorrito de AOVE, un pelín de sal, la pimienta y un poco de perejil. Retira y reserva las que dejaste enteras. Saca dos cucharadas de las troceadas y añádelas a la fritada. Vierte la nata sobre el resto para hacer la salsa, deja que se cocine 3 o 4 minutos a fuego lento para que pierda algo de fluidez y tritura con la batidora. Apártala y resérvala tapada.
Momentos antes de necesitarla comprueba si la textura es la que te gusta, si la quieres más espesita de cómo te ha quedado déjala reducir un poco o, por el contrario, aclárala poniendo leche poco a poco.
Para enrollar los canelones corta un trozo de film transparente mayor que el tamaño que quieras obtener. Ponlo sobre la encimera, a 3 o 4 cm del borde del film más cercano y en sentido paralelo a ti coloca lonchitas de berenjena ligeramente superpuestas, suficientes para que envuelvan el relleno que hay que poner y queden solapadas con las del principio cuando hayamos terminado el enrollado. También a lo largo del lado próximo a tí pon una línea de fritada de verduras y alterna sobre ella tacos de atún, setas picadas y queso.
Levanta el film desde los extremos tensándolo ligeramente con ambas manos y comienza a enrollar, como si fueran a envolver un caramelo grandote. Presiona ligeramente sobre el film cuando el canelón estás entre tus manos para compactar la farsa, levántalo y avanza el enrollado siempre tirando de él hasta que se solapen la berenjena del final con la del principio.
Puedes hacer los rollos de cualquier tamaño, yo prefiero hacerlos bastante largos porque los manejo mejor. Al final los corto conforme el emplatado o el servicio que vaya a emplear.
Normalmente hago cierta cantidad y, además del plato del día, preparo otros con diferentes acabados. Puedo envasarlos tal cual así sólo tengo que hacer una salsita de última hora.
O directamente colocarlos en una fuentecita refractaria cubiertos de bechamel y queso rallado, los precinto, etiqueto y congelo. Cuando llega el día H van un rato al horno y se gratinan. Vamos, que va del congelador a la mesa ipso facto.
Y si te apuntas a la tendencia del emplatado lúcete pero monta una ración generosa y proporcionada, que no está reñida con un resultado estiloso. Se le da un golpe de calor a cada elemento, se salsea y se culmina con unas setas de aquéllas que dejamos enteras. Un salpicadito de perejil picado y c'est fini.
Abreviaturas
g Gramo
cm Centrímetro
MG Materia Grasa
ml Mililitro
AOVE Aceite de oliva virgen extra
No hay comentarios:
Publicar un comentario