No es imprescindible hacer a mano un hojaldre o una masa quebrada para preparar un postre o cualquier otro plato, ya sea dulce o salado, para obtener un resultado final más que aceptable; así que es una buena opción comprar en el súper unas láminas ya preparadas y sorprender con un bocado dulce para el postre o la sobremesa, que ahora es de lo más cool.
Ingredientes y elaboración
(para 18 tartaletas)
2 láminas de masa quebrada
4 yemas de huevo
1/4 l. de leche
1/4 l. de nata para montar
150 g. de azúcar
40 g. de maizena
1 palo de canela
1 semilla de cardamomo
1 anís estrellado
1 anís estrellado
1 vaina de vainilla
La cáscara de 1 limón
100 g. de fresas
1 cajita de arándanos
1 cajita de moras
1 cajita de frambuesas
Canela molida
Canela molida
Mientras están horneándose las tartaletas se pone a calentar la nata y 200 ml. de la leche con el azúcar, la canela en rama, la cáscara de limón, el cardamomo, el anís estrellado y la vaina de vainilla abierta por medio. Disolver la maizena en la leche reservada. Cuando hierva la leche, apartar y dejar infusionar 10 minutos. A continuación colar, volver al fuego e incorporar la disolución de maizena removiendo continuamente hasta ligar la mezcla. No es necesario que vuelva a hervir, sólo casi. Se deja enfriar un momento y se envasa en una manga pastelera para dejarla enfriar completamente en ella.
Hay que tener en espera las frutas lavadas y bien escurridas, y las fresas laminadas, para repartirlas sobre las tartaletas que se rellenan con la crema poco antes de utilizarlas, de lo contrario se ablandarían, pero en todo esto se tarda un momentín. Al llevarlas a la mesa pellizca canela molida con las yemas de los dedos y rocía las tartaletas.
Son perfectas para servirlas en la sobremesa, con un café o una copita de vino dulce.
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