jueves, 8 de noviembre de 2012

Tarta de castañas y chocolate

Estamos en noviembre, tiempo de castañas. Sólo hay que incluir un buena crema de castañas en la masa de un bizcocho para disfrutar de esta maravilla de tarta,  en realidad ésta es una variación de la tarta fantasía de chocolate.

Ingredientes y elaboración

Para el bizcocho:
400 g. de castañas
Leche suficiente para cocer las castañas 
200 g. de azúcar
5 huevos
100 g. de mantequilla o aceite suave
100 ml. de nata para montar 
El zumo de 1 naranja (guarda la piel para el almíbar)
50 g. de cacao puro en polvo (Valor)
100 g. de harina
1sobre de levadura
1 chorrito de extracto de vainilla 
1 chorrito de coñac
1 c/c de canela
1 pizca de sal


Precalentar el horno a 180º. Pela las castañas, cúbrelas con leche y cuécelas hasta que estén tiernas. Escúrrelas y quítales la piel. Triturarlas hasta convertirlas en puré. Reservar. Engrasar y enharinar un molde redondo de 24 cm. de diámetro. Batir los huevos con el azúcar. Ablandar la mantequilla (o el aceite) e incorporarla junto con el resto de ingredientes líquidos. Sin dejar de batir añadir ahora 250 g. del puré de castañas y los ingredientes sólidos hasta conseguir una masa homogénea. Volcar en el molde preparado y hornear en el centro del horno durante 40 minutos aproximadamente, o hasta que al pinchar el bizcocho con una aguja, ésta salga limpia. Deja templar y desmolda.


Para el almíbar:
200 ml. de agua
150 g. de azúcar
la cáscara de una naranja
dos granos de cardamomo
una rama de canela
dos clavos de olor

Poner a cocer todos los ingredientes del almíbar juntos y dejar hasta que se reduzca a la mitad y adquiera un color dorado. Dejar enfriar con todo dentro  para que quede bien infusionado. Colar y reservar.


Para el relleno:
1 tarro de mermelada de melocotón
2 hojas de gelatina

Tritura la mermelada, separa la mitad en un cazo y ponlo a cocer a fuego bajo, no es necesario que llegue a hervir. Remoja las hojas de gelatina, añádelas a la mermelada caliente y mezcla. Incorpora la otra mitad de la mermelada, mezcla de nuevo y deja enfriar, mejor de un día para el otro.

 
Para la cobertura:
500 g. de chocolate de  cobertura (nestlé postres)
500 ml. de nata (al menos 35 % de materia grasa)
50 g. de puré de castañas
180 g. de mantequilla
1 chorrito de coñac
1c/c de café soluble (natural o descafeinado)
3 hojas de gelatina.

Calentar la nata y, a punto de hervir, añadir el chocolate troceado, el puré de castañas, el coñac y la cucharadita de café soluble. Batir bien hasta obtener una crema suave y sin grumos y deja que coja temperatura de nuevo. Remojar las hojas de gelatina en un cuenco con agua. Incorporar a la crema la mantequilla troceada y cuando se haya fundido echar la  gelatina ablandada. Mezclar para disolverla bien. Todo esto has de hacerlo cuando está aún muy caliente o no cuajará la gelatina. Aparta y deja templar pero antes de que espese demasiado, pásala a una manga pastelera con un boquilla de estrella de 12 mm. Dejar reposar de un día para otro en el frigorífico.



Montamos la tarta

Echar un poco de almíbar en la bandeja donde vayamos a presentar la tarta, cortar el bizcocho por la mitad y poner una de las mitades sobre la fuente con el almíbar; así se empapará la base de la tarta sin que tengamos que preocuparnos de si el regado cala lo suficiente. Regar ahora esta mitad por encima pintándola de almíbar con una brocha de cocina. Cubrir la base ya almibarada con la mermelada y coloca la otra mitad del bizcocho encima. Presiona un poco uniformemente para que el relleno quede nivelado. Riega ahora poco a poco la  parte superior asegurándote ,esta vez sí, de que cala lo suficiente. 
Vamos con la cobertura. Aplicar una poca por los laterales del bizcocho extendiéndola bien con una espátula, así conseguiremos que los adornos de crema se adhieran bien. Emplea tu fantasía en la decoración con manga pastelera  o extiende la cobertura por encima y laterales, alisándola primero y haciendo estrias con un tenedor después, así también queda bonita y es rápido y facilísimo. Yo, como quería que tuviera profusión de detalles, al final, para darle un toque de color, delimité con cerezas un rectángulo central que rellené de barquillos y "pegué" unas pastitas de corazón por el borde.

Parece muy laboriosa pero no lo es tanto, sólo necesitas organizarte, hacer cada preparado con antelación y con un movimiento sexy de muñeca la manga pastelera no se te resistirá. Incluso puedes montar la tarta el día de antes y mantenerla refrigerada, en ese caso si usas pastas o galletas en la decoración deberás ponerlas un momento antes de llevarla a la mesa, de lo contrario de ablandarán.



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