Este queso de marcadísimo olor es de esos que cuando te lo tropiezas casi te provoca salir corriendo, cuando menos te hará apretar los ojos y te arrancará más de un mohín, y es que es uno de los que peor huelen. Pero habremos de coincidir, sobre todo los que somos queseros, en que no siempre el mal olor está desvinculado de encontrar una verdadera maravilla de sabor.
Me explicaron en la fromagerie que el Époisses es un queso de leche cruda de vaca cuya corteza se lava mientras madura con una determinada periodicidad con agua de lluvia y un aguardiente llamado Marc de Borgoña, lo que va incrementando lo intenso de su olor y de su sabor, y que no se emplea casi nunca en cocina sino que se toma tal cual sobre rebanadas de pan rústico o, mejor aún, de pasas.
Realmente no sabía cómo me iba a salir el invento pero no me equivoqué. Todo ese penetrante y agresivo olor unido a su intenso y potente sabor casaron formidablemente bien con los demás ingredientes.
Te doy una idea para que te contagies de tanto entusiasmo y compruebes con tus propias papilas lo que te cuento. Cambia el queso por un Cabrales, que también penetra que no veas en los apéndices nasales y de un sabor muy, muy intenso. A los adeptos del dulce-salado os encantará.
Ingredientes y elaboración
(para 12 aperitivos)
12 dátiles de buen tamaño
150 g de queso Époisses
6 medias nueces
6 moras
10 cacahuetes
10 anacardos
10 avellanas
5 c/s de miel
Abre los dátiles por la mitad a todo lo largo sin llegar a separar las dos mitades, como si fuera un libro. Pon el queso en una manga pastelera con una duya en estrella de medio cm. En un cuenco mezcla la miel con los frutos secos (los he puesto tal cual vienen en los paquetes).
Rellena los dátiles con el queso y, aleatoriamente, deja caer por encima una cucharadita de miel con frutos secos o riega con un hilillo de la misma y ponle una mora.
¿Y sabéis qué? Existe un Époisses formato miiiiiiini. ¡Mon Dieu, mon Dieu!
Abreviaturasc/s Cucharada sopera
g Gramo
cm Centrímetro
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