Seguramente crees que el foie gras es un producto, además de caro, complicado de hacer, así que en esas ocasiones especiales te limitas a comprar algún que otro tarrito de la zona gourmet del súper. Pues éso se acabó. Bueno, no voy a decirte que no tenga su elaboración y que lo encuentres en cualquier sitio pero no hay que poner el grito en el cielo, ya se van encontrando piezas que se venden al vacío e, incluso, ultracongeladas, y éstas sí que tienen un precio genial, pero infórmate de la procedencia, que hay mucho producto de origen dudoso. Respecto de lo que existe ya elaborado te daré algunos datos determinantes, porque puede ser que no estés comprando lo que realmente quieres.
El foie gras, al contrario de como se entiende en España, es el hígado graso fresco de oca o pato siendo mayor el primero de ellos, entre 500 g y 900 g, respecto al de pato, de 300 g a 600 g, y anda en torno a los 30-50 euros/k; si encuentras ofertas fíjate en el color y el tacto de la pieza, tiene que ceder a la presión y recuperar la forma enseguida y tener un color rubio claro. Y respecto a cuál elegir, frente a la finura y suavidad de la oca está el acentuado sabor del pato.
El micuit es el hígado fresco semicocido a una temperatura de entre 60 º y 80º, hay que mantenerlo entre 1º y 5º de temperatura.
El cuit o en conserva es el que se cuece a 100º-110º y, entre 10º y 15º, se conserva durante años estupendamente; es más, cuando abras la conserva estará aún mejor que cuando se cocinó.
Otras denominaciones como el bloc (95%), el parfait (75%), la mousse (50%) o la rillette vienen determinadas en su clasificación por el porcentaje de hígado que contienen. El conocidísimo y alabado paté es éso, una pasta compuesta de diferentes ingredientes, una mezcla de hígado, otras carnes, especias y condimentos. Ten en cuenta que, por más atractiva que sea su presentación, para que se considere paté de foie tiene que llevar, al menos, un 25% de hígado de pato.
Ingredientes y elaboración
1 hígado fresco de pato (480 g)
1/4 de c/p de pimienta blanca molida
1 c/c de mezcla de clavo, canela y nuez moscada (todo molido)
Saca el hígado del frigo un ratín antes, si no será difícil de manipular. Separa los dos lóbulos, dales la vuelta, ve abriéndote camino siguiendo las venas levantándolas sin llegar a seccionar del todo la pieza y ayudándote con la punta de un cuchillo o con un tenedor, como hace Pascal Riss en este genial vídeo que no puedes dejar de ver. Cuando estén limpios recomponlos dándoles la forma de antes de ser manipulados. Realmente, en esta ocasión no nos importa demasiado cómo quede ya que al cocerse el foie se compacta.
Y fíjate que también podemos ahorrarnos todo esto si se compra el foie gras ya desvenado e, incluso, lo hay ya condimentado como éste de la foto. Yo alucino cada vez que me llegan estos suministros de Francia, porque lo cierto es que no es corriente por aquí aunque ya voy teniendo alguna referencia de dónde encargarlo.
Y ahora viene la maceración. Desde luego que las cantidades de condimentos son al gusto pero sé generoso con ellos aunque sin excederte para no anular su sabor, un foie tiene que resultar sabroso y especiado. Espolvorea el hígado con la sal, el azúcar y la pimienta y colócalo en una fuentecita que le quede justa, que no se desparrame. Mezcla los líquidos y viértelos por encima, el hígado es como una esponja y los absorberá. Tapa con film y deja que macere 8-10 horas.
Saca el hígado del frío una hora antes de cocerlo. Enciende el horno a 70º, calor arriba y abajo. Prepara una bandeja o fuente para el baño maría y el molde, tarro de cristal o terrina que vayas a usar; si es un molde puedes forrarlo con film para facilitar el desmoldado. Vierte agua hirviendo en la fuente como para alcanzar los 2/3 de la altura del molde y ponla en el horno con la bandeja en el centro.
Retira las piezas del macerado y sitúalos en el molde presionando para que queden bien compactados. Cierra el film remetiéndolo alrededor del foie y coloca la tapa; si tu recipiente no tiene tapadera pon más film tratando de sellarlo y comprimirlo.
Pon el molde en la fuente del baño maría y envuelve todo con más film para que no penetre el vapor y conseguir una cocción uniforme. Hornea durante 50 minutos y sácalo. En este momento el foie está nadando en la grasa que ha soltado y hay que retirar parte de ella. Desdobla el film por un extremo y deja que salga casi toda, resérvala en un tarro para utilizarla como cobertura de terrinas, para confitar o en guisos.
Enfría el molde en un recipiente con agua helada, sácalo y ponle algo de peso encima como, por ejemplo, un brik de leche. Fabrícate una "tapa" que encaje bien en el molde (puedes forrar con papel alumnio un cartón gordito) para colocarla sobre el mi-cuit y bajo el peso, así el prensado será más uniforme. Deja que repose así en el frigorífico durante 24 horas antes de desmoldarlo y un par de días o tres antes de tomarlo.
Cuando vayas a sacar el foie déjalo fuera del frigo un rato, ayúdate tirando del film que se puso en el molde de un lado y otro progresivamente. Ahora ya puedes hacer los trozos como más te convenga, para preservarlo bien del aire envuélvelos en varias vueltas de film nuevo y después con papel aluminio; así podrás tenerlo 10 o 12 días a 4º o 5º. En un tarro hermético cubierto de grasa o envasado al vacío te puede durar hasta 6 meses a una temperatura de entre 2º y 5º. Ya ves que puedes hacerlo con tiempo y evitar los agobios de las fechas navideñas.
Cuando vayas a utilizarlo retira la grasa final que lo cubre si quieres unos medallones de solo foie; esta grasa puedes añadirla a la reservada cuando se quitó el excedente al salir del horno. Para conseguir cortes perfectos hazlos cuando está muy frío con un cuchillo bien afilado previamente remojado en agua caliente y seco.
Y digo yo, ¿qué necesidad hay de inventar algo nuevo en cuestión de acompañamientos? Pues éso, nada como la propuesta francesa de comerlo con un pain d´épices, es una explosión de acompasado sabor que se conjunta a la perfección con el foie gras. Un tipo de pan parecido a éste lo he encontrado a veces en Lidl.
Sírvelo con frutos rojos, una reducción de Oporto o unas manzanas caramelizadas. Según los entendidos degustarlo con el vino blanco dulce Sauternes, exquisito y caro, resulta sublime; pero los distintos matices del foie también casan perfectamente con un espumoso, un cava o un blanco seco que no sea demasiado ligero y con un rosado o un tinto suaves. En definitiva, como prefieras, todo es cuestión del gusto.
Bon appétit. Enjoy.
Abreviaturas
c/p Cucharada de postre
c/c Cucharada de café
g Gramo
ml Mililitro