viernes, 30 de diciembre de 2016

Felices Fiestas





Nos hemos plantado en el 30 de diciembre y yo sin desearos lo mejor para estas navidades y el año que se nos echa encima a la velocidad de un rayo. Ya llevamos varios días metidos de lleno en las celebraciones navideñas, en esa mezcla de intensos sentimientos que caminan de la mano de las aglomeraciones de gente en frenético movimiento que lo inunda todo. Festejos para todos los gustos, quizás menos jocosos por el esfuerzo para la persona que recibe, que viste su mesa con las mejores galas y se atrinchera en la cocina para tenerlo todo a punto en el momento justo; éste es un exquisito regalo comestible que rara vez se aprecia lo suficiente.

Esperamos ansiosos los regalos de navidad y de reyes, ver qué han cargado para nosotros en ese enorme saco sin fondo o en las alforjas de los camellos. Hay que cerrar un año y abrir las puertas de otro al que, por cierto, esta vez no deberíamos colgarle la sempiterna ristra de inalcanzables propósitos sino otros que sean más realistas, que no desemboquen en una meta inalcanzable, sobre todo de los que nos ayudan a crecer y nos hacen más felices.

Frena en seco y plantea tu mise en place para también echarle al puchero buenas dosis de solidaridad, saborear la amistad, degustar la buena educación y los buenos modos, paladear la amabilidad, preparar algún pequeño bocado gourmet con el que regalar emociones positivas a tu estómago y a tu corazón. Cocinar a fuego lento la vida buscando que se integren bien todos sus ingredientes no hará que arriesgues demasiado y ganarás muchísimo con cada experiencia. Pruébalo, puede llegar a encantarte.

En fin, lo dicho, que las fiestas navideñas sigan siendo estupendas y que el 2017 venga cargadito de días hermosos.





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