sábado, 6 de febrero de 2016

Coles de bruselas y coliflor en salsita de vino






Lo más normal es que mires a otro lado si se cruzan en tu camino. Error. La coliflor y las coles de bruselas son dos verduras delicadas que combinan genial y quedan deliciosas guisadas a fuego lento, prácticamente en su propio jugo. Preparadas con esta salsita al estilo de las alcachofas a la montillana resultan riquísimas como para que sean un primer plato.

 Aunque no hay que saturar el guiso de condimentos no tengas reparo en usarlos a tutiplén para enriquecer y acentuar su sabor. Para mí el ajo es fundamental y creo que se puede poner al gusto; en cuanto a las hierbas les van bien, especialmente, el perejil y el tomillo.







Si puedes escoge coles de bruselas pequeñas y de tamaño similar para que no tengas que hacer cocciones separadas y todas queden en el mismo punto pero, claro, éstas son del huerto y las cosechamos cuando están a nuestro gusto, de unos 5 cm de diámetro después de haberles quitado las hojas exteriores más deterioradas.  Si fueran algo más grandes hazles un corte en cruz de una profundidad de 1 cm en la base del tallo antes de cocerlas, se cocerán uniformemente por dentro y por fuera y, si hay de varios tamaños, agrupadas según el calibre. Aplica el mismo criterio en cuanto al tamaño al separar la coliflor en ramilletes.








Ingredientes y elaboración
(para 6 personas)

800 g de coles de bruselas
800 g de coliflor
8 dientes de ajo con piel
250 ml de vino blanco (Montilla-Moriles)
1 c/s colmada de harina
1 manojito de perejil
100 ml de AOVE
Sal
Pimienta negra molida




Pon a hervir 3 l de agua con una cucharadita de sal en una cazuela de buen diámetro así podrás cocer las verduras en sólo un par de tandas. Lava y prepara las verduras conforme lo dicho anteriormente. Cuando hierva el agua cuece primero la coliflor sin amontonar; en tres minutos comprueba la consistencia pinchando el tallo para dejarla "al dente", después terminará de hacerse. Sácala con una espumadera, mejor de rejillatipo araña y reserva. A continuación haz lo mismo con las coles de bruselas. Retira el agua y resérvala cerca del calor.



Seca la cazuela y pon el aceite a calentar a fuego medio-bajo. Pon a freír 5 o 6 dientes de ajo con la piel, sólo hazles una incisión para que no salten; mientras pela y pica muy pequeñitos los demás. Cuando los ajos estén dorados sácalos y resérvalos.




Incorpora al aceite los ajos picaditos, rehógalos. Apenas empiecen a dorarse echa la cucharada colmada de harina y cocínala a fuego muy bajo un par de minutos sin dejar de removerla. Vierte el vino, sube el calor a medio y mezcla -es preferible con un batidor de varillas de silicona- hasta tener un roux uniformemente ligado. Mientras dejas que se cocine un par de minutos para que se evapore el alcohol pica menudo el perejil, añádelo, que vaya transfiriéndole ese matiz y pon 200 ml del caldo reservado sin dejar de mezclar.



Agrega la coliflor y las coles de bruselas alternándolas, ponles la sal, la pimienta y rehógalas en la salsa con cuidado de no romperlas. Ya solamente necesitará uno o dos minutos de cochura pero irá espesando, así que vierte más caldo bien repartido hasta dejar la salsa ligera y trabada. En el último momento reparte los ajos enteros integrándolos con un ligero movimiento de vaivén.

Hay tantas formas de preparar las verduras como para no darles ni siquiera la oportunidad; si no, mira qué atractivas lucen en este perol la col de bruselas y la coliflor en salsa, te aseguro que quedan finísimas. Y no creas que los ajos están ahí sólo por decoración, ni hablar. Si te gustan y los toleras ¡hala!






Abreviaturas
c/s Cucharada sopera
g Gramo
l Litro
cm Centrímetro
ml Mililitro
AOVE Aceite de oliva virgen extra





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