Esta tarta bien podría pasar por un bizcocho de manzana, pero merece denominarse tarta por la cobertura que lleva. Es una tarta sufridísima ya que admite las variaciones que quieras hacerle, poner más o menos manzana, más o menos especias, más o menos grasa, ... a tu gusto, prácticamente no notarás la diferencia en hacerla de una manera u otra. Y lo que más me gusta es que puedes hacerla totalmente edulcorada o semiedulcorada, como hice yo. Así que pensé, perfecta para el cumpleaños de mi jefe, porque él siempre tiene mucho cuidado con el azúcar pero le encantan los dulces y esta tarta tiene el dulzor auténtico y natural que le proporcionan la generosísima cantidad de manzanas que lleva.
Ingredientes y elaboración
1,300 k. de manzanas (yo he puesto reinetas)
150 g. de harina
130 g. de edulcorante (Natreen granulado)
50 g. de azúcar
100 g. de mantequilla
4 huevos L
1 sobre de levadura Royal
El zumo de 1 limón
1/2 c/p de canela
1/2 c/p de extracto de vainilla
Una pizca de cardamomo molido
Una pizca de sal
8 g. de gelatina neutra en polvo (Royal)
4 c/s de Natreen granulado
220 ml. de agua
Precalienta el horno a 180º, calor arriba y abajo, si es con ventilador a 160º. Prepara un molde untándolo de mantequilla y espolvoreándolo de azúcar, yo he usado uno de 28 cm. de diámetro por 4 cm. de alto. Pela y corta en cuadraditos 800 g. de manzanas, rocíalas con un poco de zumo de limón y reserva.
En un cuenco amplio pon los huevos con los 50 g. azúcar y los 130 g. de edulcorante y bate 5 minutos con una batidora de varillas a una velocidad corta. Añade la mantequilla cortada en láminas finas, la harina tamizada y la levadura. Mezcla a velocidad media. Incorpora las manzanas picadas, la canela, la vainilla y las picas de cardamomo molido y de sal. Mezcla a una velocidad baja o con la espátula hasta conseguir una mezcla homogénea con todo bien integrado. Vierte en el molde preparado y reserva.
Pela las manzanas restantes, córtalas en cuartos, retira de cada uno la parte de corazón y hazlas gajos. Coloca los gajos sobre la masa en círculos concéntricos dándoles la forma que quieras. Puedes colocarlos verticalmente como de costumbre, con forma de espiral, o bien horizontamente y darle forma de flor. Baja la temperatura a 170º y cuece la tarta en el centro del horno durante 1 hora, pero como ya sabes que cada horno es diferente comprueba que está cuajada antes de sacarla.
No prepares la cobertura hasta que la tarta esté templada. Para ello pon en un bol la gelatina, las 4 cucharadas de Natreen, la mitad del vaso de agua y mezcla todo con un batidor hasta disolver bien la gelatina. Calienta el otro medio vaso de agua hasta que hierva, añádelo a la mezcla anterior y remueve bien para integrar todo completamente. Deja que se vaya templando a temperatura ambiente y verás que va espesando. Ahora es el momento de pintar con ella toda la superficie de la tarta, que ya estará fría del todo. Pasa la tarta al frigorífico para que la cobertura cuaje.
Si no quieres darle el acabado de gelatina puedes cubrirla con la mermelada que más te apetezca, incluso con la mermelada y encima la gelatina, pudiendo optar por una mermelada ligth como por ejemplo Hero Diet que no tiene azúcar ni fructosa añadida. Pero el brillo espectacular que le proporciona la gelatina no lo conseguirás con ningún otro acabado, amén de proteger la capa de manzanas para que no quede seca ni se oxide.
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