jueves, 4 de junio de 2015

Bizcocho de calabaza




No es propio de mí. Lo sé. Ni un emplatado, ni un escenario, ni siquiera una porción cortada para que veáis el interior. Tendréis que disculparme pero tengo muchísima prisa, me echado a temblar cuando he caído en la cuenta de que las plantas de calabaza de este año ya empiezan a desarrollarse y aún tengo puré de calabaza de la cosecha del pasado. Así que haré buñuelos, magdalenas, flanes, galletas, cremas, ... y bizcochos. Bizcochos de buen tamaño que me ayuden de remediar el tema del excedente de producción.

Deberías plantearte hacer este tipo de bizcochos porque cada 100 g solo contienen 230 kilocalorías frente a las 350 de los churros o las 440 de un croissant. Solo hay que tener en cuenta que necesitan un poco más tiempo de horneado que los demás así que, aunque la brocheta salga limpia cuando comprobéis si el bizcocho está en su punto, dejadlo 5 minutillos más, sobre todo los que son de este tamaño, para aseguraros de que no quedará húmedo.

Éste es un megabizcocho, para hacerlo más pequeño solo tenéis que sacar las proporciones.



Ingredientes y elaboración
(para muuuuchas personas)

750 g de puré de calabaza asada
300 ml de aceite de oliva suave o de girasol
450 g de azúcar
750 g de harina de repostería
2 sobres de gasificante azul y 2 blancos
1,5 sobre de levadura (Royal)
8 huevos M
1 c/c de canela molida
1 c/c de sal
Azúcar 
Canela molida


Para el puré de calabaza
1,5 k de calabaza
Papel aluminio






Lo primero que hay que hacer, mejor el día de antes, es asar la calabaza. Enciende el horno a 200º, calor arriba y abajo. Trocéala en trozos grandes, envuélvela en papel de alumnio y hornéala en el centro del horno durante 1 hora. Cuando haya pasado el tiempo sácala, abre el papel de alumnio -cuidadín, puedes quemarte con el vapor concentrado en la envoltura- y deja que se tiemple para que puedas manejarla. 



Con una cuchara ve sacando la carne de la calabaza limpia de semillas y piel, hazla puré aplastándola con un tenedor y reserva. En este punto si, como yo, tienes una buena cosecha de rupertas puedes envasar tuppers con el puré, etiquetarlos y congelarlos.  




Prepara un molde grande, yo he usado uno de 35 cm x 45 cm, poniendo papel de horno en el fondo y spray desmoldante en los laterales, o bien engrasándolos y enharinándolos. Enciende el horno a 170º, calor arriba y abajo.

Por un lado se preparan todos los ingrediente líquidos. Bate los huevos con el azúcar hasta que blanqueen, añade el aceite batiendo hasta mezclarlo bien  e incorporar el puré de calabaza volviendo a mezclar/batir. Si tienes un procesador de alimentos o la thermomix puedes hacerlo en las velocidades de batido y mezclado, respectivamente.



Por otra parte en un bol se mezclan y tamizan la harina, los sobres de gasificante, la levadura y las cucharaditas de canela y de sal. Se incorporan a la preparación de los líquidos y se integra todo bien. Igualmente puedes valerte de la thermomix o procesador, en velocidades de mezclado.

Vierte la masa en el molde, nivélala dándole unos golpes secos y planos sobre la encimera, rocía la superficie generosamente con azúcar y un toque de canela, lo que le formará una exquisita costra, y hornea en el centro del horno hasta que esté hecho. Para las cantidades que se manejan en este bizcocho no abras la puerta del horno de ninguna manera en los primeros 40 minutos. A partir de entonces si ves que se dora demasiado cúbrelo con una lámina de papel aluminio porque, aunque  depende de cada horno, puede pasar 1 hora hasta que esté listo.




Espera a que se asiente y pierda algo de calor antes de desmoldarlo y ¡atácale!, no esperes al desayuno o a la merienda para probarlo, tiene una textura finísima. 





Abreviaturas

c/c Cucharada de café
g Gramo
cm Centrímetro
M Mediano
ml Mililitro



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