Esta tarta la hice para sorprender a mi amiga Adela con motivo de su cumpleaños, y vaya si se sorprendió. No se lo esperaba en absoluto, su cumples había sido el sábado y yo le preparé la tarta para cuando el lunes siguiente desayunáramos juntas todas las chicas. Estaba un poco saturada de chocolate, aunque yo creo que nunca dejará de ser la palabra que mejor define cómo es la vida. Chocolate. Dulce, amargo, duro, tierno, especiado, ligth, contundente, ... como los momentos de que está compuesta una vida. Me encanta. Es inherente a mí, por eso está presente en la mayoría de los postres que preparo. Pero esta vez hice una excepción y me decanté por los cítricos, naranjas y mandarinas.
Ingredientes y elaboración
Para el bizcocho:
100 g. de azúcar
3 huevos
El zumo de media naranja
120 g. de harina
1 c/c de levadura
Una pizca de sal
Encender el horno a 200º. Engrasar y enharinar un molde cuadrado, de 20 cm. de lado. Separar las claras de las yemas. Batir las yemas con el azúcar hasta que hayan doblado su volúmen. Montar las claras y mezclar con las yemas con suavidad para que no se bajen. Añadir poco a poco también el zumo y mezclar. Incorporar la harina con la levadura y la pizca de sal en tres veces, sin batir, envolviendo con una espátula. Hornear en el centro del horno unos 15 minutos o hasta que al pinchar una brocheta salga limpia. Dejar templar y desmoldar.
Para el almíbar:
150 ml. de agua
El zumo de media naranja
100 g. de azúcar
1 rama de canela
Un chorrito de coñac
1 semilla de cardamomo
Poner todos los ingredientes en un cazo y cocer hasta que adquiera un color dorado y haya espesado un poquito. Apartar del fuego y dejar enfriar antes de colar. Reservar.
Para la crema de naranja:
5 huevos grandes
200 gr. de azúcar
350 ml. de zumo de naranja
Una rama de canela
3 semillas de cardamomo
Un anís estrellado
10 ml. de coñac
30 gr. de maicena
La cáscara de 3 naranjas
60 g. de mantequilla
3 hojas de gelatina
Batir los huevos con 100 g. de azúcar. Disolver la maicena en medio vaso de zumo y poner a cocer el resto con los otros 100 g. de azúcar, la rama de canela, el cardamomo, el anís, el coñac y la cáscara de las naranjas. Remojar las hojas de gelatina mientras se cuece a fuego bajo 3 minutos cuidando que no espume y se derrame, si es preciso apartar del fuego por momentos para bajar el hervor. Añadir la gelatina remojada, integrarla bien y colar. Ponemos la batida de huevo en una cacerola antiadherente y cuando el zumo se haya templado un poco verter en hilo fino sobre los huevos sin dejar de batir mientras se cuece. Retirar del fuego y cuando esté templado pasar a una manga pastelera con boquilla de estrella y enfriar.
Para el relleno:
Mermelada de naranja
Para el merengue italiano:
100 ml. de agua
300 g. de azúcar
8 claras de huevo (300 g)
80 g. de azúcar
3 hojas de gelatina
Hacer un almíbar cociendo el agua con el azúcar. Mantenerlo hirviendo 5 minutos. Remojar la gelatina y, cuando esté blanda, añadirla al almíbar y remover para mezclar. Dejar templar mientras se montan las claras a punto de nieve con los 80 g. de azúcar. Ir incorporando el almíbar en hilo fino a las claras montadas batiendo hasta que tenga la esponjosidad del merengue. Reservar en el frigorífico y dejar dentro un espátula para remover de cuando en cuando, para mantener los líquidos integrados en el merengue hasta que cuaje bien.
Montamos la tarta
Ponemos un poco de almíbar en la fuente en que se va a servir la tarta. Cortamos el bizcocho por la mitad y pasamos la de abajo a la fuente con lo que absorverá el almíbar vertido, ya sólo tendremos que regarlo por encima. Ponemos una buena capa de mermelada de naranja y tapamos con la otra mitad del bizcocho. Lo regamos igualmente con el almíbar restante cuidando que cale bien, hasta la capa de mermelada.
Unta una poca de crema de naranja alrededor de la tarta para que después el adorno que hagas con la manga pastelera quede unido. Pasa el merengue también a una manga pastelera con boquilla estrellada y decora la tarta a tu gusto. Ya ves, yo he puesto los bordes de crema de naranja, la parte superior de merengue y en el centro justo he hecho un remate también de crema. He lavado y abrillantado unos kumquats, que tienen la cáscara comestible, y unas mandarinas baby que luego he usado para señalar los límites de la tarta y, en el centro, de base de las velas.
En fin, esta vez la tarta fue en tu honor, Adela. Muchas felicidades.