lunes, 19 de marzo de 2012

Cebolla caramelizada

Siempre me están pidiendo mis hijas, sus amigas, las mías, diferentes recetas de cocina y, muchas veces, cómo preparar los distintos ingredientes para hacer pinchos, tapitas o montaditos, esos miniplatos que a mí me encanta inventarme y ofrecer como entrantes o aperitivos. Ahora que saben que tengo un aprendiz de blog de cocina me piden que ponga tal o cual plato, así  lo tendrán super a mano y, la verdad, me está empezando a gustar eso de que te sigan en la red;  trataré de ir publicando diferentes minirecetas correspondientes a estos miniplatos de los que os hablo.
Lo primero que vamos a preparar y así complazco a Eli, una amiga de mi hija que me lo ha pedido, es cebolla caramelizada, uno de los ingredientes más socorridos por cuánto combina tanto con carnes y pescados como con verduras. Perdonad por no ilustrarla con fotografías hoy mismo, en unos días ya podré hacerlo.

Ingredientes y elaboración

Aceite de oliva virgen extra
1k de cebollas
125 g de azúcar moreno de caña
Sal y pimienta

Opcional
75 ml de Oporto ó
75 ml de Pedro Ximenez (poner 50 g menos de azúcar)


Se pelan las cebollas y las cortamos a pluma o en juliana muy fina. Ponemos una sartén grande al fuego muy lento y cubrimos el fondo con medio dedo de aceite, añadimos la cebolla, salamos un poco para ayudar en la cocción y dejamos que se confite muy lentamente. Cuando estén bien doradas, agregamos el azúcar, rectificamos de sal y se pone la pimienta. Continuamos la cocción hasta que el conjunto tenga un bonito color caramelo.
Si le añadís vino, cualquiera de los dos indicados, ponedlo a la vez que el azúcar y subir a fuego medio sólo 30 ó 40 segundos, para que evapore un poco. Bajar el fuego de nuevo a muy lento hasta que las cebollas estén caramelizadas.
Envasar en tarros, como si fuera una mermelada, y cerrarlos bien. Si la cebolla está cubierta por el aceite es una garantía, se conservará durante más tiempo.

Sugerencias: Utilízala sobre versiones mini de un taco de merluza rebozada frita, o un medallón de solomillo de cerdo a la plancha, o bien sobre una rodaja de queso rulo de cabra, o sobre foie fresco pasado por la plancha bien fuerte, o rellena con ella champiñon asadito, a su vez relleno de jamón y queso,  o sobre hamburguesa con lonchas de queso y bacon... todos ellos saben de maravilla independientemente o combinados entre sí, complementados con tiras de jamón serrano y lascas de queso parmesano o ronkari y siempre montados sobre tostas de pan o servidos en cazuelitas individuales.

Deliciosos, disfrútalos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario